El ilustrador que no quería colorear

Por Paco Giménez, ‘Lazarillo’ revista de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, nº 12, 2004.

¿Por qué la línea? ¿Y por qué precisamente con la poesía?

Hay muchos aspectos que me interesan de la línea… pero te los puedo resumir con un ejemplo que utilizo en las escuelas que visito: Si yo dibujo un retrato con mucho detalle, con toda la información posible, hiperrealista, sería el equivalente, en el terreno literario, a la descripción exhaustiva de un personaje de novelón costumbrista. En este tipo de descripción al lector le queda muy poco margen para la imaginación en lo que se refiere a las formas, porque le viene casi todo dado. Sin embargo, un retrato realizado con unas pocas líneas tendría su equivalente, también literariamente hablando, en un poema, dónde con pocas palabras se sugieren o evocan las ideas y el lector ha de utilizar necesariamente su imaginación para completar el retrato. La línea contiene la esencia de lo que deseo transmitir y convierte al lector en el cómplice necesario para descubrir el mensaje.”